Para que un sistema tributario sea sostenible y viable. Y le proporcione estabilidad razonable a un país. Debe contarse con número de ciudadanos suficientemente educados que generen riqueza.
El tema además de profundo, es espinoso. Ya que toca antivalores, que han sido han sido plantados como valores. Y los mismos estados nacionales, con el afán de darse una estabilidad, han sembrado estas ideas en sus poblaciones.
No toda persona que nace en un país es ciudadano. Así sus leyes digan que los es. No olvidemos los principios generales del derecho y el derecho natural.
Son ciudadano las personas que son susceptibles de generar riqueza dado a sus destrezas personales y que contribuyen a la sociedad pagando impuesto. De hecho fueron estas personas las que fundaron el estado como institución hace más de 4000 años en el medio oriente.
Por esta razón el socialismo marxista no funciono ni funcionara y de las democracias participativas son inoperativa. Porque las bases en que se soportan son falsas. Tratan construir estados sin ciudadanos.
Mis investigaciones y estudios tanto en planificación tributaria como en contabilidad gubernamental, me llevaron a descubrir esta realidad social de la humanidad.
En el caso de países como Venezuela. Si bien muchos de problemas vienen dados por no querer enfrentar sus verdades históricas y humanas con humildad. El problema radica que el país cuenta con muy pocos ciudadanos. Hay sectores de la población que tratan de secuestrar la renta petrolera, tomado con el control del estado y para ello se recurre a cualquier argumento por descabellado que este sea.
No obstante si miramos en contexto. El caso de Venezuela no es muy diferente a los de sus vecinos. Y ya, uno de ellos: Argentina; paso por un proceso similar, y aun sufre las consecuencias después de 50 años.
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